Barcelona, pleno mes de julio, hora de cenar y el termostato de mi casa marca 32ºC. Imagino que medio país anda desesperado con la ola de calor que nos está visitando… es insoportable. A ver si se digna a regresar por donde ha venido, porque me da la sensación que vivo sumergida en una auténtica sauna. Si no tienes aire acondicionado o no quieres/puedes permitirte ese gasto, a continuación te dejo 6 consejos para sobrevivir al calor en casa sin gastar energía.

1. Come ligero

Las ensaladas, las frutas y el gazpacho deben reinar tu mesa estos días. Las comidas abundantes necesitarán más energía para ser digeridas por tu organismo, lo que se traduce en un aumento de tu temperatura corporal. Para sobrellevar estos meses, es fundamental tomar frutas y verduras de temporada, puesto que te aportarán un extra de hidratación: la sandía, por ejemplo, contiene un 90% agua; la naturaleza es sabia… hazle caso. Te dejo aquí las listas de alimentos recomendados para este mes de julio y agosto.  Puede que esta receta de polo helado también te venga bien.

Imagen: Organicus

2. Bebe agua y líquidos con frecuencia

¡No esperes a estar sediento! Ten siempre a mano un vaso de agua. Lo ideal para esta época del año es beber al menos 2 litros diarios. Ahora bien, ten en cuenta que, al sudar, no sólo pierdes este líquido, sino también minerales, por lo que para mantener la hidratación y sobrevivir al calor, te puede resultar más útil mezclar agua con algo de fruta. De hecho, el agua por sí sola no previene la deshidratación. Te dejo dos ideas: una con un toque de limón y otra con sandía. Además, debes evitar las bebidas con cafeína y alcohol, dado que estas sustancias poseen un cierto efecto diurético, haciendo que tu cuerpo excrete más líquido y, por lo tanto, que se deshidrate antes.

3. Bendito abanico

¿Cuántas vidas debe salvar este objeto al año? Vale, quizás no muchas, pero es mano de santo para aliviar un rato la sensación de calor. Un truco: rellena un recipiente con cubitos del congelador y abanícate junto a él para sentir más fresquito. Esto también lo puedes hacer dejando el bol delante de las aspas de un ventilador, pero aquí ya gastarás algo de energía.

Imagen: Organicus

4. Prepara tu casa

Cierra todas las persianas durante el día, para mantener tu hogar más frío. Puedes probar también a colgar toallas mojadas en las ventanas o puertas abiertas para que el aire que entre sea más fresco. Desconecta también todos los aparatos eléctricos que no estén en uso: gastan energía y emanan calor.

5. ¡Dúchate con agua templada!

Si te bañas con agua fría puedes notar un alivio instantáneo, pero al salir de la ducha,  debido al contraste de temperatura, notarás mucho antes el calor. Lo ideal es utilizar agua templada, dado que te ayudará a reducir la temperatura corporal.

Imagen: Organicus

6. No desesperes por la noche

A la hora de dormir, utiliza sábanas de algodón, puesto que este tejido facilita la transpiración. En cuanto al pijama, yo directamente practico el nudismo y, en la mesita de noche, tengo un espray con agua que utilizo para rociarme antes de ir a dormir. Otra idea: coge una bolsa de guisantes del congelador (o similar) y pásala por las sábanas, como si de una bolsa térmica se tratase, antes de acostarte; no es la panacea, pero al menos puede ayudar a coger el sueño. Si duermes con tu pareja, envíala a la otra punta del colchón, y como no, si tienes terraza o balcón, duerme al aire libre, como si estuvieras de acampada. Es una medida desesperada, pero funciona.

Espero que este artículo te sirva para soportar un poco más este verano… Aprovecho también para despedirme y desearte BUENAS VACACIONES. Yo me voy a esconder a la sombra hasta que vuelvan las lluvias y el fresquito, a lo caracol. En septiembre más y mejor, con nuevas ideas y proyectos 🙂 Eso sí, seguiré activa en las redes sociales, así que ya sabes dónde encontrarme: Facebook, Twitter, Google+, Instagram, Pinterest, YouTube o Flickr. ¡Bsos!