Cuando descubrí que podía crecer ajos tiernos en un simple tarro con aguame faltó tiempo para probar. El principio que se esconde detrás de este “milagro” es la hidroponía y en este caso me pareció de lo más fácil, sencillo y económico. Aunque la mejor parte de los ajos tiernos es el bulbo (la parte más ancha y blanca), en este caso la preservaremos junto a la raíz, dado que es la parte que necesitamos para crecerlos. En mi caso esto no supone un problema porque la parte verde del tallo más próxima al bulbo también me gusta y le doy uso. Os explico cómo funciona el cultivo:

Imagen: Organicus

*Es tan sencillo como utilizar los ajetes como harías normalmente, dejando sin cortar unos 3-4 cm desde la raíz (que os quede el bulbo). Por ser la primera vez que lo hacía dejé un poco más de distancia, porque era un poco escéptica con el experimento, pero las siguientes veces he cortado más y funciona igual.

Imagen: Organicus

*Une los bulbos con una goma y colócalos en un recipiente con agua de forma que las raíces queden cubiertas. No hace falta añadir ningún nutriente. Déjalos en el interior de casa junto a una ventana en la que llegue la luz solar y cambia el agua cada dos días.

 Imágenes: Organicus

 Imágenes: Organicus

¿Barato y práctico, no?