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Diferencias entre la agricultura sostenible y la e...

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Diferencias entre la agricultura sostenible y la ecológica. Sorteo incluido

Ingrid: […] El otro día, de camino al trabajo, pasó por delante de mí un autobús forrado con la publicidad de una conocida marca de alimentación, reivindicando que sus caldos y cremas estaban hechos con verduras procedentes de cultivos sostenibles. ¿Qué significa eso exactamente? ¿Es lo mismo que cultivo ecológico o es una artimaña publicitaria? […]

Querida Ingrid, bien hecho. Desconfía siempre – con moderación, claro – porque es el primer paso para conseguir ser una consumidora informada. Además, es lógico que una acabe dudando de todo, porque últimamente parece que proliferan las empresas que se sirven de etiquetas como “bio”, “eco”, “natural”, “slow”, “hecho a mano” o “local” para vender productos que distan mucho de esta filosofía. Te cuento un poco las diferencias entre la agricultura sostenible y la ecológica, para acabar con alguna recomendación sobre cómo saber si lo que leíste es cierto o no. Aprovecho también el artículo para mostrar algunas fotos de la puesta a punto de mi macetohuerto 2015 y acabar con el sorteo de un fantástico calzado para el jardín.

diferencias entre la agricultura sostenible y la ecológica

Imagen: Organicus

Empecemos por las definiciones. Según la FAO (1), la agricultura sostenible sería aquella que garantiza la seguridad alimentaria mundial y al mismo tiempo promueve ecosistemas saludables y apoya la gestión sostenible de la tierra, el agua y los recursos naturales. Para ser sostenible, la agronomía debe satisfacer las necesidades de las generaciones presentes y futuras de sus productos y servicios, garantizando al mismo tiempo la rentabilidad, la salud del medio ambiente y la equidad social y económica. En cuanto a la horticultura ecológica, brevemente, podríamos describirla como un conjunto de técnicas agrarias que excluye normalmente el uso de productos químicos de síntesis como fertilizantes, plaguicidas, antibióticos, etc., con el objetivo de preservar el medio ambiente, mantener o aumentar la fertilidad del suelo y proporcionar alimentos con todas sus propiedades naturales (2).

diferencias entre la agricultura sostenible y la ecológica

Imagen: Organicus

Diferencias entre la agricultura sostenible y la ecológica

Imagen vía CE. Certificado de un producto ecológico

Visto así, parece que hay muchas similitudes entre ambos conceptos. En cierto modo, se podría decir que la agricultura ecológica es una forma de agricultura sostenible. No obstante, a pesar de que una englobaría a la otra, existen ciertas diferencias: por ejemplo, el conreo sostenible tiene en cuenta la extensión de terreno cultivado, que suele ser pequeño, para facilitar la gestión de recursos y de residuos, así como favorecer el transporte local de enseres; esto último, a su vez, promueve una optimización de combustibles fósiles. Sin embargo, en la ecológica, se pueden sembrar varias hectáreas y exportar los alimentos donde se considere oportuno. La sostenible, además, considera el factor social de la práctica agrícola. Aunque por contra, no obliga a hacer un uso exclusivo de productos biológicos para el control de plagas o la fertilización de los suelos. Ahora bien, la principal diferencia reside en que, en Europa, la agricultura sostenible no está regulada por ley, mientras que la ecológica se rige por el Reglamento (CE) 834/2007 el Consejo sobre producción y etiquetado de los productos ecológicos y por el que se deroga en el Reglamento (CEE) 2092/91 y sus reglamentos de aplicación. Esto implica que, cuando compramos un alimento ecológico, podemos distinguirlo claramente gracias a su sello reglamentario, algo que no sucede con la sostenible.

diferencias entre la agricultura sostenible y la ecológica

Imagen: Organicus

Por lo tanto, ¿cómo puedes saber si ese caldo que comentabas está elaborado con verduras sostenibles? Pues en realidad, la única manera sería contactar con la empresa, ya sea por teléfono o internet, y pedir información al respecto. Si hacen las cosas bien, puede que en su página web ya te expliquen la ubicación de los campos, que te hablen de los agricultores con los que trabajan o incluso te den opción a visitar sus instalaciones. Si no es así… personalmente, no me fiaría demasiado, porque mucho me temo que, hasta que no haya una legislación al respecto, tendrás que seguir informándote proactivamente sobre todo lo que se esconde detrás de una campaña de marketing.

Referencias

  1. FAO. Sustainable agriculture 
  2. Ministerio de agricultura, alimentación y medio ambiente. La agricultura ecológica en España 

P.S.1 Si como Ingrid tienes alguna pregunta, puedes echar mano de “El Consultorio”. 

P.S.2. Te recuerdo que sigue abierta la inscripción al Curso online de Cosmética Natural para Principiantes


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ENTRADAS RELACIONADAS

  1. Mariana

    22 abril

    ¡Hola Ana! Muchas gracias por la aclaración. El asunto del uso (y abuso) de palabras como “sostenible”, “bio”, “local”, “ecológico”, etc, es —me atrevo a afirmar— uno de los principales obstáculos con los que uno se encuentra cuando trata de ser un consumidor más responsable… ¿a qué hay que creerle? ¿a qué no? ¿nos volveremos todos unos paranoicos que no creen en ninguna etiqueta? jajajaja

    Creo que en la Unión Europea algunas leyes facilitan el proceso de reconocer entre una cosa y la otra, pero por ejemplo en Colombia es un tema aún más complejo, pues no hay ninguna ley que regule el uso de esas palabras y ya se ven personas aprovechándolo a diestra y siniestra… y por supuesto, consumidores incautos cayendo en esas artimañas (a diestra y siniestra también). Mi estrategia es, como tú misma recomiendas, desconfiar siempre (con moderación), y buscar fuentes de información confiables para cada caso en particular… y si no las encuentro, yo misma escribo a la empresa y pregunto.

    Y por otro lado, creo que la preocupación por comprar cosas “bio”, “sostenibles” o “ecológicas” tiene necesariamente que ir de la mano con una actitud sostenible. Uno podría comprar todo lo que se adapte a esas etiquetas, y aún así ser un consumidor irresponsable, si uno está fallando en analizar la huella de carbono (productos “sostenibles” que viajaron desde el otro lado del planeta), o si está desperdiciando recursos y tirando comida a la basura, o comprando grandes cantidades innecesarias de productos “locales” y “responsables.

    Habría que inventar una manera de certificarnos a nosotros mismos como “sostenibles”y “ecológicos” 😉

    • Organicus

      25 abril

      Hola Mariana! muchísimas gracias por tu comentario, no puedo estar más de acuerdo en todo lo que dices! ya veo que en Colombia la situación es aún peor… genial la apreciación del último párrafo, no por comprar todo “eco” o “bio” se es más sostenible, hay otros factores a tener en cuenta! Vamos a darle una vuelta a esto de ver cómo certificarnos en plan diy! me ha gustado! 😉

  2. Ingrid

    25 abril

    Hola Ana, muchas gracias por el artículo. Ahora todo mucho más claro. Entré en su página web, y efectivamente explicaban la localización de los campos y te invitaban incluso a visitarlos, Creo que ahora me fío 🙂

    gracias!

  3. ¡Hola! Yo también estoy de acuerdo con la opinión de Mariana del último párrafo. Es brutal… Hay que hacer un esfuerzo enorme para estar a todo, la verdad.
    Yo de momento no puedo comprar todo ECO porque no soy yo la que se encarga de llenar la nevera. Y aunque fuera yo mi salario no me lo permitiría. Por eso me gusta más comprar alimentos de proximidad, que no son ECO, lo sé, que han usado químicos (muy probablemente) y que quizá tampoco son agricultura sostenible, pero que tienen en cuenta otros factores como el desplazamiento desde el lugar de producción al de venta, o el hecho de que muchas veces se compran a hortelanos de la zona. Si alguna tiene una opinión sobre estos productos me gustaría conocerla para profundizar en el tema.
    Genial el artículo, Ana, porque estas reflexiones que nos haces no tienen precio…
    Un abrazo,

    • Toda la razón Irene! personalmente, también suelo priorizar por encima de todo que los productos sean locales, sobre todo si conozco a la gente que los cultiva. Mil gracias por tu comentario! bsazos!!

  4. Marta

    11 mayo

    Hola Ana,
    Llevo días queriendo comentar en este post porque me parece realmente interesante. Estoy completamente de acuerdo en que es necesario cierta regulación, ya que muchísimas compañías aprovechan las inquietudes del consumidor (complentamente lícitas) para venderle un producto que no tiene nada que ver con lo que realmente quiere (cómo bien has puesto tú el ejemplo del caldo). El problema que yo veo, como consumidora y agricultora, es que la certificación ecológica europea está hecha para complicar las cosas al pequeño agricultor y seguir favoreciendo a grandes compañías agrícolas. Me explico. Para conseguir la certificación es necesario pagar una tasa (bastante importante), y esta tasa no se paga por terreno de cultivo, o por cantidad de producción, sino por variedad, es decir, por cada variedad que un agricultor quiera cultivar de forma ecológica tiene que pagar tasa, lo que suele obligarle a optar por uno o dos cultivos y explotarlos de forma intensiva para que le salga rentable. Esto fomenta el monocultivo con todos sus problemas derivados (agotamiento del suelo, pérdida de biodiversidad, comida que recorre grandes distancias, etc. que además, son parámetros que no se tienen en cuenta a la hora de dar la certificación).

    Pero siempre hay esperanza :). Hay otras certificaciones que suelen ser locales y que contienen criterios de sostenibilidad y proximidad, suelen llamarse certificados agroecológicos, y se conceden por las mismas organizaciones de agricultores de la zona. En Valencia tenemos el spge de ecollaures, así que os animo a buscar las de vuestra zona. Y por cierto! Suelen ser mucho más económicos que los certificados! Para valencianos os dejo el enlace de la organización:
    http://www.ecollaures.org/spg/

    Espero haber podido aportar mi granito de arena a este genial (como siempre) post.

    Un saludo!

    • Genial tu comentario Marta! Totalmente de acuerdo con el tema ecológico. En mi caso, principalmente lo que hago es informarme y priorizar lo local ante todo, porque a veces, algo sostenible puede resultar incluso más ecológico. Y gracias por compartir lo de los certificados agroecológicos. ¿Sabes si hay algún listado que los recoja todos por zona?

      bsos!!

      Ana

      • Marta

        14 mayo

        Hola Ana,
        Pues la verdad es que no sé de ningún listado que recoja todas, he llegado a conocerlos a través del boca a boca y de gente que trabaja en ello. Investigaré un poco. A ver si hay suerte!

  5. Comprar ECO no tiene porque ser necesariamente ecológico. Por ejemplo, aquí en Murcia he llegado a ver que venden limones ecológicos de Argentina..menudo disparate. Podrán asegurarte que no ha utilizado químicos dañino, pero que unos limones recorran 90000 kilómetros para estar en tu plato tiene poco de ecológico

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