Si la semana pasada sacaba a relucir el lado negativo de mi transición hacia una vida más sostenible, hoy toca hablar de la parte positiva. Estos son los 7 productos ecológicos que no cambiaría por nada del mundo:

1.Discos desmaquillantes reutilizables: no sólo noto que limpian mejor que los de algodón, sino que además elimino residuos de mi rutina diaria (zero waste) y ahorro dinero. Te dejé un tutorial sobre cómo fabricarlos aquí. Llevo ya más de 10 meses utilizándolos, con sus respectivos lavados, y todavía me aguantan. ¡Recomendable 100%!

Imagen: Organicus

2.Copa menstrual: sin duda esta es la compra de mi vida. Los primeros días tienes que pillarle el tranquillo, pero en seguida coges práctica. Después de casi dos años utilizándola no puedo estar más contenta. Todo son ventajas: no genera residuos, es hipoalergénica, se adapta perfectamente a tu cuerpo, puedes dormir con ella cómodamente, te la puedes llevar de viaje sin problemas y es la opción más económica. Hablando del precio: una copa que sirve para 10 años te sale por unos 0,25€/mes. Haz un cálculo, ¿cuánto te gastas en tampones o compresas en el mismo tiempo? No volvería a utilizar los métodos de antes ni que me los regalaran.

3.Productos de limpieza eco: en este caso he sustituido prácticamente todo. Desde los productos para la colada, hasta los limpiacristales, desengrasantes y desinfectantes de suelos, lavabos y cocina. Algunos los fabrico yo misma y otros los compro. Lo único que me queda un poco más cojo es el tema de los desatascadores… las opciones verdes a veces se quedan cortas. Por el resto, feliz. Atenta que la semana que viene hay súper receta relacionada con este tema 😉

Imagen: Organicus

4.Jabón de castilla para higiene y ropa: para las manos, es genial. En ningún momento tienes la sensación que te reseque la piel. ¡Y qué decir de la colada! En este último caso utilizo uno hecho con aceite reciclado para las manchas que retiro frotando a mano. Por cierto, tengo yo una guerra personal con lo del jabón de castilla. Estoy harta de ver como en los envoltorios se proclama que el producto está hecho SÓLO con aceite de oliva y, luego, sorprendentemente, cuando lees los ingredientes, encuentras aceite de coco, de palma y un largo etc. Cuidado, que no tengo nada en contra del coco y la palma, son estupendos, pero no aprovechemos la aceituna como reclamo publicitario, si luego resulta que el jabón lleva veinte ingredientes más y ni tan siquiera este es el principal. En el jabón de castilla, 100% de oliva, esto es lo que debe aparecer en la etiqueta, poca cosa más: saponified olea europaea (olive) fruit oil (“aceite de oliva saponificado”).

5.Cosmética natural en general: encantada estoy con mis barras labiales, mousse hidratantes y demás productos caseros. Después de algunas pruebas, también he encontrado la marca perfecta de champú, de crema de dientes y de maquillaje. Todavía me quedan algunas cosas por reemplazar, pero voy sin prisas, porque a veces no es tan fácil encontrar una alternativa óptima.

Imagen: Organicus

6.Peine de madera: se acabó la electricidad estática cada vez que cepillo el cabello, lo cual me ayuda a salir de casa sin que parezca que haya metido los dedos en un enchufe. En mi caso utilizo uno de púas gordas.

7.Mis lechugas urbanas: las siembro coordinadamente y voy recogiendo las hojas externas cada vez que las necesito. Me parece que es una forma brillante de conservar este vegetal y de tener una ensalada recién salida de la maceta a demanda. No te pierdas este artículo de Plantea en Verde sobre cómo hacer una maceta de hojas de ensalada gourmet. Más trucos sobre huerto urbano aquí.

Imagen: Organicus

Hay más productos con los que estoy muy contenta, pero estos son los más destacados. ¿Has probado algún otro que merezca la pena compartir?