Se acerca la época de los buenos propósitos. Fin de año siempre es una fantástica excusa para cerrar un ciclo y empezar otro, por lo que avanzándome un poco a tan señalada fecha, he pensado proponerte algo: ¿te apetecería ser más “verde”? Ya te adelanto que no duele, no supone un gran esfuerzo y no tienes nada que perder. Tan sólo es cuestión de tomar conciencia de algunos hábitos y el cambio aparece sólo, como por arte de magia. Y oye, no hace falta que pongas tu vida patas arriba de la noche a la mañana, puedes empezar poco a poco y con lo que más te apetezca o con lo que pienses que te va a comportar un beneficio más inmediato. Así es que venga, voy a intentar convencerte con esta lista de propuestas para llevar un estilo de vida sostenible:

1. Compra local

No sé el número de entradas que habré dedicado a este tema, pero no me equivoco si digo que unas cuantas. El consumo de proximidad, o también conocido como Km 0, es una fantástica oportunidad para revitalizar la economía local, así como para reducir el gasto energético y económico del transporte de larga distancia. Además, en lo referente a la alimentación, el consumo de Km 0 se traduce en frutas y verduras de temporada, fundamentales para sobrellevar de forma saludable la época del año en cuestión.  En relación a este punto, también te propongo empezar a comprar en cooperativas y grupos de consumo. Y por último: ya va siendo hora que te apliques en los fogones y descubras los beneficios de consumir alimentos frescos 😉

Imagen: Organicus

2. Practica el consumo colaborativo

Compartir coche, casa, wifi o incluso cultivar tierras de otras personas son algunas propuestas que te permitirán ahorrar dinero y participar en la denominada economía verde. El futuro pasa por consumir menos, de forma más sostenible y menos individualista, así que ¡no pierdas el tren!

3. Coge la bici

No contamina, te permite huir de los atascos y te ayuda a hacer ejercicio físico, ¿qué más se puede pedir? Además, si vives en una ciudad, probablemente ni siquiera hace falta que te compres una, muchas urbes tienen ya sistemas de bicicletas públicos, ¡así que ponte en movimiento!

4. Pásate a la cosmética eco-natural

Despacio, sin prisas, no hace falta que tires todos los productos que utilizas habitualmente a la basura. Puedes empezar probando una pasta de dientes, una crema, un champú y vas viendo. Al principio, puede que algunos cosméticos econaturales no te convenzan tanto como los productos convencionales que incluyen más ingredientes procesados, pero a la larga, estoy segura que alguno de ellos se ganará un hueco en tu neceser. Probablemente no puedas reemplazarlo todo, especialmente si sufres alguna afección en la piel. Ni debes, la cosmética convencional también tiene productos maravillosos, pero desde mi punto de vista la “natural” se toma algo más en serio el respeto por el medioambiente. Te dejo en los enlaces una explicación para que reconozcas las marcas econaturales. Además, si algunos productos te resultan un poco caros, te dejo aquí alternativas caseras. Algunas opciones comerciales no son más que mezclas anhídricas (sin agua) de aceites, mantecas y ceras que puedes mezclar tú misma. ¡Ah! y si quieres profundizar más en el tema, apúntate al Curso Online de Cosmética Natural para Principiantes, ¡te espero dentro!

Imagen: Organicus

5. Viste más sostenible

Con esto no sólo me refiero a comprar  ropa fabricada con tejidos más orgánicos  o hecha por manos de artesanos locales, sino también a consumir prendas de segunda mano. Por supuesto, también puedes hacerte tú mism@ tu propia ropa, ya sea un pantalón o una bufanda, y como no, dar una segunda vida a tus prendas remendándolas o customizándolas a tu gusto con lo que se te ocurra (tintes, botones, etc.); pero sobretodo, en este y otros muchos casos,  pregúntate: “¿realmente, necesito todo lo que compro?”. Reducir nuestros hábitos de consumo es una tarea pendiente para muchos de nosotr@s (me incluyo como la que más), por lo que te animo a que empieces minimizando tu armario. Yo sigo intentado aplicarme el cuento.

6. Ahorra energía en casa

Pequeños gestos como bajar la potencia de luz contratada, utilizar luces LED, apagar y desenchufar lo que no estás utilizando o cerrar el grifo del agua cuando te enjabonas pueden contribuir de forma considerable a reducir tu gasto energético. Asimismo, puedes ser más sostenible contratando los servicios de compañías que comercializan energía renovable o, si es posible, instalar estas fuentes de energía ecológica en tu propio hogar.

7. Pon un huerto (o macetohuerto) en tu vida

Está claro que con un pequeño balcón probablemente no puedas autoabastecerte todo el año, pero cultivar hortalizas como las lechugas puede resultar muy sostenible. Si lo planificas bien puedes tener ensalada fresca todos el año cortando tan sólo unas hojas cada vez. Por no hablar de las plantas aromáticas, que te pueden servir tanto para un guiso como para tratar alguna afección. Aquí te dejo algunos consejos sobre huertos urbanos. Si tienes un terreno pues olvida todo lo anterior, aquí la cosa te puede cundir más. Eso sí, te animo también a que añadas a la ecuación unas cuantas gallinas. Lo de los huevos frescos cada día no tiene precio.

Imagen: Organicus

8. Recicla y reutiliza

A estas alturas no cabe duda de los beneficios del reciclaje para el medio ambiente, pero a veces, nos olvidamos de la reutilización, fundamental para disminuir la cantidad de residuos que generamos y cerrar así el ciclo de vida de los productos que consumimos. Tan sólo hace falta un poco de curiosidad y creatividad, por lo que te dejo un buen puñado de ideas con las que empezar. Ten en cuenta también que el tema de la reutilización no sólo se aplica a los materiales, los residuos de nuestra comida bien pueden pasar por un compostador y ser reutilizados como abono en el huerto. Personalmente, intento participar, todo lo que puedo, en el movimiento “residuo cero” (en inglés, zero waste). ¡Te animo a hacerlo!

Bueno, creo que hoy en vez de una entrada he hecho un resumen del blog… Aunque a pesar de la extensión estoy segura de que me dejo alguna propuesta más. ¿Se te ocurre alguna? ¿Me ayudas a completar la lista?