Hola Esther! De nuevo muchas gracias por comentar 🙂 Entiendo perfectamente tu punto de vista. En cuanto a la controversia, creo que en mi instagram dejé fijada una historia al respecto. Verás, el problema en cuestión no se centra en los protectores solares en sí, o en el modo de acción de sus filtros, sino más bien en toda esta “quimifobia” que parece existir. Da la impresión que si hablas de cosmética natural tienes que estar en contra de “lo químico” y, esto, desde mi punto de vista, es absurdo. En internet puedes encontrar muchísimos textos que utilizan la palabra “natural” como contrario de “químico”, demonizando este vocablo. Químico, de repente se convierte en algo tóxico, nocivo, etc. y esto es completamente erróneo. En primer lugar, cualquier sustancia sobre la faz de la tierra, por muy de origen botánico que sea, es una sustancia química, por definición. No hay nada que no tenga un componente químico. En segundo lugar, que sea “natural” no significa que sea inocuo. La sal es “natural” y como tomes cinco cucharadas soperas de golpe puede que no lo cuentes; “es la dosis la que hace al veneno”. La cuestión, toda esta confusión sobre natural y químico provoca que haya mucha gente que beatifique a los protectores solares con filtros físicos, porque son lo opuesto de la palabra “químicos”. Y esto no debería ser así. Al fin y al cabo, ambos son químicos, lo que cambia es su modo de acción. En tu caso, lo estabas utilizando correctamente, sin ninguna connotación más que su acción, pero créeme que recibo mucho emails repletos de quimifobia…