Otra receta donde la protagonista es la sal, pero esta semana no para el baño (ver aquí) si no para la cocina. La sal común (cloruro sódico, NaCl) es un elemento indispensable en nuestra dieta, puesto que es una de las principales fuentes de sodio. No obstante, hay que consumirla con moderación, porque en exceso, puede acarrear diferentes problemas de salud, especialmente de tipo cardiovascular. La Organización  Mundial de la Salud no recomienda consumir más de 5 gramos diarios de sal en adultos teniendo en cuenta todos los alimentos, consumo que solemos sobrepasar por goleada. Un truco que puede servir para reducir su consumo sin notarlo es mezclarla con hierbas o especies, de forma que cuando condimentemos los platos con ese pellizquito de sal, en realidad estaremos poniendo menos cantidad, porque estará mezclada con otros ingredientes. Además, al utilizarla aromatizada o especiada añadiremos un sabor extra a los platos de forma que no notaremos que hemos rebajado su consumo. Dicho esto, en el post de hoy os enseño a preparar sal aromatizada con hierbas:

Imagen: Organicus

He escogido tres tipos de sal: sal rosa del Himalaya, sal marina gorda y sal negra. En cuanto a las hierbas he optado por orégano, tomillo, romero y laurel. Tanto la sal como las hierbas las podéis escoger al gusto, pero es importante que estas últimas estén secas. Podéis añadir también pimienta. A mí me gusta dejar la mezcla bien fina por lo que he utilizado una trituradora potente (thermomix).

*Mezclar en un tarro diez cucharadas de sal gorda (unos 130 g), cuatro cucharadas de sal rosa del Himalaya(40 g) y cuatro cucharadas más de sal negra (30 g).

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*Añadir en un tarro cinco cucharadas de romero (10 g), tres cucharadas de orégano (2 g), tres cucharadas más de tomillo (4 g) y cuatro hojas secas de laurel. Podéis añadir todos los ingredientes en un mismo tarro y mezclar, pero si preferís que la sal o las hierbas queden más o menos finas, separarlas en tarros y triturarlos a parte, luego ya las juntáis.

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*Triturar la mezcla hasta que tengáis la textura deseada. En mi caso, 20 segundos a velocidad progresiva 5-10 (thermomix).

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¡Condimento hecho! ¿Fácil no?