Si empiezas a mirar diferentes marcas de productos vendidos bajo la denominación de cosmética “natural” puedes encontrar un sinfín de palabras que te intentan asegurar lo ecológico, lo bio o lo orgánico que son estos productos, pero ¿cómo sabemos que esto es cierto? ¿Entendemos lo que estamos comprando? Para que os podáis hacer una idea os explico un poco como funciona este mundillo y en qué os debéis fijar para que no os den “gato por liebre”. Empecemos:
Lo primero que hay que tener en cuenta es que la legislación sobre los cosméticos naturales cambia según la región del mundo en que nos encontremos. En el caso de la Unión Europea no existe una legislación específicaque detalle qué criterios deben cumplir estos productos cosméticos “naturales”, lo que implica que cualquiera puede poner las palabras “natural” o “ecológico” en su producto y quedarse tan ancho… Ahora bien, debido a este agujero legal, los fabricantes de estos cosméticos “naturales” (los de “verdad”) acuden a empresas privadas de certificación para acreditar sus productos como tales. Estas agencias tienen establecidos sus propios criterios para decidir qué es natural u orgánico y qué no, sirviendo así de garantía al consumidor; pero claro, los criterios de certificación de las diferentes empresas no están unificados, por lo que unas pueden ser más laxas que otras… Cada una de estas agencias tiene su propio sello, así que si encontráis alguno de ellos en los productos, significa que esa agencia en cuestión certifica que aquello (según sus criterios) es un cosmético “natural”, “bio”, “orgánico” u “ecológico” según la denominación que cada compañía certificadora utilice.
Las principales agencias de certificación a nivel Europeo son Ecocert y Cosmebio (Francia), BDIH (Alemania), Soil Association (Reino Unido) e ICEA (Italia). Precisamente, todas ellas se unieron hace unos años para crear una normativa común. Tras largas negociaciones, en 2010 nació COSMetic Organic Standard (COSMOS-standard), con el objetivo de unificar criterios y definir estos productos cosméticos según dos categorías: ORGÁNICO o NATURAL. No obstante, esta normativa todavía no está implantada, y de hecho tiene un futuro incierto, por lo que algunos de los fabricantes más potentes decidieron crear otro tipo de sellos para garantizar la calidad de estos cosméticos, como por ejemplo Natrue. Asimismo, también podemos encontrar otros sellos de calidad como IMO Control (Suiza), Non Food Certification Company (NFCC) (Reino Unido), Eco garantie (Bélgica) que gozan del mismo prestigio que los citados anteriormente. Como veis es todo un lío: hay un montón de sellos diferentes y cada vez se hace más patente que es necesario unificar la legislación al respecto para no marear a los fabricantes y sobre todo a los consumidores.
En cualquier caso, para saber si lo que estáis comprando es un cosmético natural o no, debéis buscar alguno de estos sellos en los envases de los productos. Ahora bien, estos sellos son una garantía de calidad útil a la hora de tomar la decisión de compra. No obstante, no todos los sellos garantizan lo mismo, por lo que es importante saber qué se esconde detrás de cada uno de ellos, pero esto ya lo dejo para más adelante…
Harmony and design
19 noviembre
Y sabrías marcas concretas ? y Dónde se pueden comprar???
Organicus
20 noviembre
Bufff, hoy en día tienes mucho por donde elegir y cada piel es un mundo. Si quieres mándame un e-mail y te puedo pasar algunas recomendaciones o webs donde comprar/comparar.
Laura
29 enero
Hola! Puedes encontrar muchos productos de cosmética natural quí: https://www.ecocosmetica.es. Recomiendo ésta web