Cada vez son más las personas que se apuntan a la estrategia “residuo cero” (en inglés zero waste), un movimiento que pretende disminuir al máximo el número de basura que generamos en nuestro día a día, con el objetivo de mejorar la sostenibilidad, la resiliencia económica y la cohesión social. Una de las caras más conocidas de esta iniciativa es la de la neoyorquina Lauren Singer, cuyo blog, Trash is for Tossers,  os invito a seguir. Comulgo y practico muchas de las alternativas que propone para reducir los deshechos, como disminuir la compra de productos que vengan en envases de plástico, fabricar mis propios cosméticos y productos de limpieza para el hogar, comprar ropa de segunda mano o, en el tema de la higiene personal, sustituir todo lo “desechable”, como maquinillas de afeitar, cepillos de dientes o tampones, por alternativas menos perecederas. Por cierto, la copa menstrual fue el gran descubrimiento del año pasado y no puedo parar de recomendarla a toda aquella persona que pillo por banda, pero esto ya te lo comento otro día, que me voy del tema. El caso es que otro buen hábito que podemos adoptar es el de comprar productos que no vengan empaquetados. Para intentar convencerte de ello, déjame que te muestre algunas ventajas de comprar a granel, algo que cada día está más en auge.

Imagen: Organicus

Personalmente, el único peligro que veo es cerciorarse bien de que, si compras productos ecológicos, estos cuenten con un certificado, porque al no estar envasados, la pillería nacional puede aparecer. Otro aspecto que es clave es llevar tus propios envases. En las tiendas te podrán facilitar los que necesites, pero por muy biodegradables que sean, pienso que es mejor anteponer la reutilización al reciclaje. Y algo más: el número de tiendas especializadas en la venta a granel está en pleno apogeo – incluso he empezado a verlas de productos de limpieza para el hogar – pero ten en cuenta que no hace falta irse muy lejos para consumir de esta forma: las fruterías, las carnicerías, las pescaderías, las panaderías, las bodegas, los mercados municipales o las cooperativas y asociaciones de consumo son puntos de venta, al lado de tu casa, en los que puedes empezar a practicar este hábito desde hoy mismo.

¿Qué me dices? ¿Te apuntas a comprar a granel?